);
Proyecto Taekwondo v2.0 Entrenamiento

Cómo recuperarte de una sesión extrema

Es muy normal terminar la clase y sentirse cansado, pero creo varios ya hemos experimentado lo que es terminar sintiéndose realmente deshecho. Generalmente no le damos mucha importancia a cómo reponernos para las siguientes clases, enfriar, estirar o no estirar, descanso activo o recuperaciones pasivas como puede ser la aplicación de hielo o baños de contraste de temperaturas. Estos temas los dejamos de lado, ¡hasta que los necesitamos de urgencia!

Y sí, justamente así lo aprendí yo. 

El fin de semana estuvimos ensayando por varias horas y uno que otro compañero me preguntó qué tipo de terapia, ejercicio o rituales (jaja) hacía para recuperarme antes de volver a entrenar. Fue entonces cuando me acordé de cómo lo aprendí, lo narro para dar un poco más de contexto.

En febrero del año pasado, me inscribí a una carrera  en el desierto de los Leones en domingo, y como justo ese viernes no tenía que ir a la oficina y  además era de 10 km parecía que iba a estar súper relax (primer error).

Como cualquier semana, realicé mis actividades cotidianas: fui hora y media al gimnasio en la mañana, de ahí a rolar unos cuarenta minutos al jiujitsu (hora y media si no voy al trabajo), después a la oficina por el resto del día y en la noche, hora y media al taekwondo.

Pero esa semana no corrí con la mejor suerte. 

Cuando llegó al viernes, después de salir del gym ya en clase de jiujitsu, el profesor había preparado una clase de acondicionamiento físico «asesina» para antes de comenzar a rolar. Aunque la clase estuvo padrísima, salí de ahí demasiado cansada, los antebrazos las traía inflamados nivel gorila y los muslos ya los traía hinchadísimos. Pero pensé que todo iba normal, pues tenía todo el día para dormir y reponerme para la clase de combate de al rato.

Eso sí, aunque muy pesada, la clase de combate de taekwondo no me guardó ninguna sorpresa y cumplió con sus parámetros en cuanto a intensidad. Hasta ahí iba todo más o menos bien. 

Creo que el desgaste lo empecé a sentir hasta las patadas de la clase de ocho a diez am del sábado. Aun así decidí ir a clase de 13:00 al jiujitsu. Por suerte esta vez, solo rolamos libremente por hora y media, total tendría la tarde completa para descansar (segundo error).

Llego el domingo y lo único que me ponía de malas era tener que pararme para estar en el Desierto de los Leones a las 7:00. 

Al respecto solo puedo comentar que no estuvo tan sencilla como imaginé: la primera mitad de la carrera fue de bajada y el resto de subida, con una inclinación considerable pues estábamos corriendo entre senderos, por lo que el terreno era completamente irregular, con lodo, charcos y mucho sol. 

Proyecto Taekwondo v2.0 Carrera Desierto de los Leones

Ya casi terminando la carrera fue cuando comencé a sentir que las piernas ya no daban una. Pero obviamente terminé la carrera pues “tendría todo el día para dormir” y con eso seguramente ya tendría más que suficiente para reponerme (tercer error).

Terminando de correr, ni ganas tuve de estirar nada (cuarto error), además tuvimos que caminar casi media hora para poder encontrar transporte de regreso a casa (por cierto, no hay señal en los celulares allá arriba).

Fue cuando llegué a casa que realmente me di cuenta de los estragos. Aunque venía añorando mi cama para dormirme todo el día, el dolor del cuerpo era enorme, por lo que no lograba quedarme dormida.

Además el calor seguía siendo insoportable, por lo que convertí en fuente eólica toda mi casa abriendo cuanta ventana encontré y prendiendo todos los ventiladores. Aun así, no conciliaba el sueño.

Ya realmente fastidiada, decidí meterme a bañar, fue entonces cuando recordé un remedio que de chica nos dio mi profesor de taekwondo: baños con contraste. 

La verdad es que primero apliqué el remedio más común en jiujitsu para el dolor intenso de piernas y antebrazos: me sumergí en una tina con hielo. 

Ya después fue cuando apliqué el baño de contrastes de temperatura que consiste en unos segundos (más o menos 30 seg) de agua fría por 2 minutos de agua caliente, repitiendo el proceso por diez minutos. 

Proyecto taekwondo V2.0 Baño hielo Galvao
Foto de @galvaobjj tomada de Instagram

No quiero decir que me alivié instantáneamente, pero disminuyeron considerablemente mis molestias al punto que pude dormir toda la tarde.

Así llegó el lunes y fue cuando al fin decidí hacer caso a mi cansancio y tomé un descanso de toda actividad. 

Solo por la noche intenté realizar un ligero estiramiento para no llegar al día siguiente completamente engarrotada por el ácido láctico en mis músculos. 

Los siguientes tres días volví a los entrenamientos pero aumentando poco a poco hasta llegar a mi nivel normal.

De esta espantosa travesía aprendí tres cosas:

1) Descansar antes de un evento importante

Posiblemente no quiera decir que te ausentes de todas tus clases, sino que entrenes inteligentemente días antes de un evento importante (competencia, examen, carrera, exhibición, etc).

Para todos aquellos como yo, que nos es difícil alejarnos de nuestros deportes, puedes optar por ir pero bajarle a la intensidad en los ejercicios, al volumen, incluso al tiempo. Enfocándote más en la técnica e incluso enfocándote en estirar para deshacerte de cualquier tirón o malestar muscular, algo así como un “mantenimiento” a nuestro cuerpo para llegar en óptimas condiciones.

2) Usar baños de contraste y el descanso activo

Este es un tema de debate, lo mejor siempre será que consultes a tu médico, entrenador o terapeuta cual es la mejor opción según tu caso. Ellos son los verdaderos expertos. 

Te puedo decir que en mi caso, cuando tuve la cirugía de rodilla derecha me pidieron aplicar contrastes de temperatura (hielo y calor) porque de momento me costaba mucho doblar y solo así lograba movilizar. Pero por el contrario, en el caso de la rodilla izquierda, me pidieron puntualmente utilizar hielo, nada de contrastes. Y para ambos casos la solución de mi doctor y terapeuta me funcionó perfectamente.

Lo que puedes encontrar en internet (dejo varias referencias al final del artículo) es que según estudios que se han realizado para distintas muestras (atletas o no, de distintos deportes, distintos niveles, géneros, edades, etc) se han visto mejoras en la recuperación post entrenamiento implementando hielo y contrastes de temperatura, pero también depende del tipo de ejercicios que realizas.

La supuesta «norma general» es utilizar frío si el ejercicio fue de resistencia y en los demás caso implementar los contrastes de temperatura. Pero también en varios estudios se habla sobre que puede llegar a ser perjudicial el uso de baños fríos.

Por último, el descanso activo es beneficioso para esos días en los que sigues adolorido y sin tanta energía para volver a entrenar. El descanso activo se refiere a realizar una serie de ejercicios que permitan que entremos en calor para aflojar/relajar nuestros músculos, son de baja intensidad y volumen. Este tipo de descanso beneficia a los músculos porque ayuda a mejorar su irrigación sanguínea y su aporte de oxígeno, ambos estrechamente relacionados con la recuperación muscular

En lo personal utilizo este tipo de descanso justo después de una sesión intensa (cuando es una asesina, descanso absoluto). 

3) Organizar mejor mis entrenamientos

Tenemos la idea de que «más es mejor que menos», por lo mismo creemos que si entrenamos intensamente todos los días mejoraremos nuestro nivel indudablemente. Pero esto no es del todo cierto.

La realidad es que claro, el avance que podemos llegar a tener al principio va a ser notorio (creciente), pero en la medida que entrenamos más y más, el vas a seguir teniendo un avance pero en mucho menor medida (tasas decrecientes). Pero puede llegar un punto en donde empecemos a tener rendimientos decrecientes. ¿Por qué?

Proyecto Taekwondo v2.0 Entrenamiento

Si no permitimos que nuestro cuerpo descanse después de cada estímulo (clase) puede llegar a suceder que no permitamos que la famosa «super compensación» suceda. Y vayamos arrastrándonos en picada, pues el tiempo de recuperación que estamos dando a nuestro cuerpo es tan corto que no permitimos que la fase de recuperación finalice, produciendo fatiga y el continuo descenso de la capacidad funcional de nuestro organismo.

Ahora, cabe aclarar que también puede pasar lo mismo en el otro sentido, si tardamos mucho tiempo en volver a entrenar después del último estímulo.

Claramente, hay que entrenar y esforzarse por mejorar, solo toma en cuenta que debes descansar entre sesiones. Si notas que la clase estuvo demasiado intensa y al día siguiente no puedes ni con tu alma, reconsidera si es necesario entrenar ese día, descansar o hacer una sesión de muy bajo requerimiento físico. 

Referencias

Giovanni Lombardi, Ewa Ziemann y Giuseppe Banfi, Body Cryotherapy in Athletes: From Therapy to Stimulation. An Updated Review of the Literature (2012), Front Physiol Journal https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5411446

 

BBC News Mundo. (2019). ¿Realmente sirven los baños de hielo para después del ejercicio?  

https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/04/150408_deportes_en_forma_musculos_crioterapia_hielo_jmp

Cómo recuperarte mejor con baños de contraste o alternantes: Guía Falsos Mitos del Deporte | Capítulo 7 Entrenamiento. (2019). https://josemief.com/recuperacion-banos-de-contraste-o-alternantes/

¿Qué es el descanso activo? (2019). https://www.feda.net/que-es-descanso-activo

La Supercompensación, Principio del Entrenamiento Deportivo (2019) http://www.formadxt.com/blog/item/260-la-supercompensaci%C3%B3n-principio-del-entrenamiento-deportivo

 

 

Esquema básico para preparar tu siguiente examen de taekwondo

Seguramente ya llegaste a este punto, en el que estás completamente decidido y dispuesto a mejorar pero no sabes aún en qué debes enfocarte o cuáles deben ser tus siguientes pasos antes de presentar tu siguiente examen de grado de taekwondo. Sí, todos pasamos por ahí, pero ¿qué puedes hacer al respecto?

Lo primero es buscar tener un poco más de perspectiva. ¿Por qué? porque de esta forma eres capaz de visualizar el trayecto completo y, a su vez, irlo dividiendo en pequeños trayectos,

¿Cuál es el objetivo? el delimitar fases, las cuales servirán para llevar fácilmente tanto el seguimiento de tus avances como la medición de tu progreso. Es decir, sabrás sin lugar a dudas que la antepenúltima fase está ya más cerca de la meta y que para haber llegado ahí debiste haber ido completando cada una de las fases anteriores.

El siguiente punto a atacar es establecer cuáles serían los requisitos o elementos clave de cada fase. No te sorprenderá saber que la respuesta está auto-contenida en lo que deseas alcanzar.

Así es, aunque no lo aparenta, el sistema de cintas o grados, el cual es uno de los símbolos de las artes marciales más difundidos por el mundo, fue pensado para establecer los objetivos. Estos indican lo que debe cubrir el practicante y por ende los patrones de entrenamiento que debe aplicar para aspirar al siguiente grado.

Hasta aquí no hay nada nuevo, lo que sigue es definir cada uno de los campos que se deberán trabajar en cada fase.

Estos los podríamos integrar en seis áreas de enfoque que definiremos de la siguiente manera:

1 | Básicos

En este rubro incluiremos dos subconjuntos:

El primero, comprende las posiciones o estancias ( Juchum-seogi , Apgubi , Dwitgubi, Naranhi seogi, etc) que adoptan nuestro tren inferior.

El segundo incluye todas las defensas/bloqueos y contra-ataques de brazo, puño, mano abierta, etc. Es decir, todo lo que le atañe al tren superior.

Como puedes ver, este enfoque te permite desmenuzar todo movimiento en qué deben estar ejecutando tus piernas y cadera y qué deberían estar realizando tu tórax y brazos simultáneamente.

No se puede interiorizar ningún movimiento si no logramos entender la función y lógica del movimiento.

2 | Técnicas de pateo

Las distintas patadas o Chagis deben entrenarse para ser ejecutadas tanto de forma estática como con desplazamiento.

Una vez aprendida la técnica que le concierne al siguiente grado o cinta, hay que enfatizar en mejorar principalmente cuatro aspectos:  fuerza, rapidez, altura, puntería e impacto.

3 | Poomsae

El requisito obvio es aprender la nueva forma, digamos que este es el material sobre el que se va a trabajar.

Una vez cumplida esta primera misión se debe pasar a pulir el poomsae para que tu forma no solo sea ejecutada sin errores de memoria, sino que sea un trabajo digno de un artista marcial.

En el párrafo anterior dejamos un enlace de una publicación anterior más detallada que cubre cinco aspectos para que la forma o poomsae resalte. En esta entrada solo nos centraremos en tres aspectos básicos:

El primero, será el ritmo o cadencia de cada movimiento dentro de la forma.

El segundo corresponde a la fuerza que se requiere aplicar en cada posición, defensa, golpe y patada.

Finalmente, el tercero se trata de revisar los movimientos que necesiten tener mayor impacto.

Posición a caballo con defensa alta.

4 | Pasos de combate 

Debido al boom del taekwondo de competencia, la práctica de los pasos de combate (Ilbo y sambo matsogui) ha ido quedando de lado y con ello sus beneficios.

¿Qué se busca mejorar con su práctica? en estricto sentido defensa personal, que el practicante sea capaz de responder ante una agresión física utilizando sus conocimientos de taekwondo.

La ejecución de las defensas y contra-ataques debe ser eficiente, oportuna y precisa. Para ello, aunque existe su práctica dentro de los poomsaes, se debe trabajar secuencias aisladas. Estas permiten enfocarse y trabajar a detalle cada segmento o paso de combate propiamente.

Hay muchas formas de llegar a un mismo contra-ataque, defensa o movimiento, pero se desea generar ese «impulso-reflejo» propio de los pasos de combate que se genera con su práctica-corrección continua.

5 | Combate

Sobre este tema precisamente, existen varios enfoques por expertos en el tema, todos ellos expertos en el combate de alto rendimiento aplicado con atletas élite.

Pero a manera de apoyo y para generar un esquema básico de estudio para todos los que nos estamos preparando para nuestro siguiente examen de cinta, se pueden establecer tres puntos principales a trabajar:

El primero es aprender a realizar puntos o «puntear». Se trata de saber generar puntos mediante una gama amplia de distintas patadas, todas las que de acuerdo a tu grado debes saber realizar. También debe buscarse el uso de los puños, sobre todo cuando el compañero se encuentra demasiado cerca.

La siguiente misión sería el manejo del espacio. Aquí se incluye tanto los desplazamientos al ataque y contra-ataque, así como los cambios de trayectoria o movimientos de esquive.

Finalmente, aplicar estrategias, las cuales incorpora tanto ataques, contra-ataques, fintas, desplazamientos, etc. Se puede decir que este último punto requiere de mayor desarrollo y entrenamiento en taekwondo para poderse adquirir.

6 | Conclusión

Listo, con esto hemos creado un esquema que sintetiza adecuadamente lo que se debe trabajar para llegar bien preparado a ese próximo examen de cintas.

Como puedes notar, lo único que hemos hecho por el momento es delimitar los rubros más importantes. Seguramente ya habrás notado que estos puntos corresponden a su vez con los componentes que evalúan los Sinodales en los exámenes.

¿Y este esquema cambia con las cintas? No, justo una de las virtudes de este «formato marco» es que es independiente del color de cinta que ostentes ya que el objetivo es ir mejorando en cada frente e incorporando nuevas metas dentro de cada uno sin descuidar los aspectos ya «completados».

Por ejemplo, se espera que un cinta blanca tenga como básicos la posición larga y posición a caballo (Apgubi y juchum-seog) con las primeras defensas con mano cerrada (arae makgi , olegul makgi, yeop makgi y an makgi).

Pero un cinta verde debería dominar tanto estos básicos como los de su grado, los cuales incluirían las primeras defensas con mano abierta (sonnal) así como la posición de Dwitgubi (posición corta). 

Lo que a través de los años de práctica hemos aprendido es que el mejor punto de partida para conocer cuáles son los básicos y patadas que corresponden a tu grado son sin duda los poomses.

Todos los básicos y patadas que necesitas dominar para obtener tu siguiente cinta están delimitados en estas. Así, puedes empezar a echar manos a la obra desmenuzando los movimientos de tus formas y tratar de enfatizar en mejorarlos en cada nuevo entrenamiento.


Consejos para mejorar tu alimentación

En esta entrada vamos a platicar un poco sobre alimentación y como puedes adaptarla acorde a tu entrenamiento de taekwondo.

En términos generales, una buena alimentación debe cumplir con las siguientes características:

  1. Aportar la suficiente cantidad de energía acorde al estilo de vida del individuo
  2. Contener todos los nutrientes que necesita el organismo para desarrollar sus funciones adecuadamente
  3. Equilibrar adecuadamente la cantidad de alimentos y bebidas para que aporten todos los nutrientes necesarios
  4. Comprender una amplia variedad de alimentos de los diferentes grupos para lograr un aporte completo de nutrientes
  5. Por último, excluir cualquier alimento que te cause malestar o pueda causarte daño.

Es decir, tu alimentación debe incluir alimentos con los nutrientes necesarios para la demanda de energía que requiere tu estilo de vida.

Así es, el tipo de alimentación debe adaptarse al individuo, por lo que mantenerte en forma es sumamente importante si tu intención es rendir tanto en el trabajo o escuela y tus clases de taekwondo.

Nuestra alimentación debe ser adecuada para mantenernos ágiles, veloces, flexibles, pero sin olvidar que también debemos considerar nuestros procesos de recuperación, sin todos estos componentes no podemos exigirnos un óptimo desempeño.

Los siguientes son 5 tips que te ayudarán a mantener una buena alimentación para taekwondo:

1.- Come suficiente pero incluye una amplia variedad de verduras verdes.

Sí, sabemos que necesitas una gran cantidad de carbohidratos para mantenerte con energía, pero no nos referimos a harinas, azucares, dulces o alguna bebida saborizada.

Opta por verduras, ¿por qué? Estas forman parte de los polisacáridos, es decir, tienen varias moléculas de glucosa que al irse digiriendo nos irá proveyendo paulatinamente de energía.

Dale una oportunidad al kale, este es considerado como una super comida debido a la gran cantidad de nutrientes que contiene.

Además te ayuda a sentirte saciado y no estar buscando comer otras cosas no tan sanas.

Puedes mezclar el kale con otras hojas verdes como espinaca, arúgula, acelgas o berros (todo depende de los sabores que te gusten)

De paso agrega color a tu comida con jitomate, pimientos, champiñones, apio, zanahoria, brócoli…

Sabemos que a veces no es lo que quisiéramos comer, pero es lo que nos va a nutrir.

Sólo asegúrate de ponerle un poco de limón o vinagre para que tu cuerpo pueda absorber de manera adecuada los nutrientes.

Foto por rawpixel en Unsplash

2.- Complementa con cacahuates y arándanos (¡pero no te pases de las cantidades!)

Tu cuerpo necesita consumir lípidos, es decir, grasas, pero no saturadas, por lo que los antojitos ¡no cuentan!

Además de ser la energía de «reserva» del cuerpo, los lípidos también son necesarios para que nuestro cuerpo lleve a cabo muchos de sus procesos hormonales.

Una buena opción son los frutos secos. Los cacahuates, las semillas de girasol, nueces, almendras son una buena fuente de grasas no saturadas.

Por otro lado, los arándanos son una excelente fuente de antioxidantes con un sabor dulce que nos ayuda a evitar comer dulces.

Foto por chuttersnap en Unsplash 

3.- Come suficientes carbohidratos en la noche para que tengas energía al día siguiente

Te recomendamos una mezcla de legumbres (frijoles, habas, garbanzos, lentejas) con cereales (arroz integral) ya que al juntar ambos tipos de alimentos se obtienen los aminoácidos suficientes para crear proteínas sin necesidad de recurrir exclusivamente a los alimentos de origen animal o hasta algún suplemento.

También añade a tu cena fruta y verduras, no te vayas a dormir con hambre.

Cenar suficientes carbohidratos permitirá a tu cuerpo llenar sus reservas de glucógeno, las cuales estarán más que a la orden para ser utilizadas en tus entrenamientos.

Foto por Dragne Marius en Unsplash

4.- Toma suficiente agua e incluso electrolitos

Es indispensable que el cuerpo mantenga un nivel adecuado de hidratación para poder funcionar y es muy sencillo saber cuánta agua tomar, si tienes sed, debes hidratarte.

Debido a lo demandante que es son los entrenamientos puede llegar a ocurrir que tengas demasiada sed, ese es un buen momento para tomar electrolitos y ayudar a una recuperación más rápida.

Foto por Steve Johnson en Unsplash

5.- Come únicamente cuando tengas hambre

No importa si es más de 3 veces al día, solamente ten mucho cuidado con las cantidades, come únicamente para sentirte saciado al 80%, de esta forma tu cuerpo no se sentirá pesado para poder ir a entrenar y tampoco se desgastará demasiado procesando kilos y kilos de comida que realmente no necesitas.


¿Que necesitas para ser el mejor?

Si hay algo que sé bien y tengo certeza que es verdad, es que todos aquellos atletas de alto rendimiento buscan siempre ser los mejores en sus disciplinas, ser un campeón, como yo lo he querido ser siempre y lo busco ser cada día al igual que cientos de miles de compañeros deportistas.

Sin en cambio ¿cómo saber? y ¿que debemos hacer? para convertirnos en un campeón en nuestra disciplina correspondiente.

Sin mentirte seré lo mas sincero, no hay un truco para ser un campeón, sí sabemos que a pesar de esto hay varias cosas que podemos realizar para mejorar nuestro rendimiento dentro de cada deporte, así que vamos a dividir esto en dos puntos.

El primer punto: las metas que tenemos no son siempre las mismas, pero buscamos algo en común: ser el mejor o destacar entre los demás. Para esto hay que tener presente siempre la constancia en nuestros entrenamientos o prácticas y un entusiasmo con el cual nunca olvidemos la razón de nuestro sueño.

Que te parece ahora subrayar lo que podemos hacer:

1 | Nunca faltes a un entrenamiento

Imagina que este es un escalón el cual nos acerca a eso que anhelamos y obvio que no nos perderemos de algo que nuestros compañeros vieron en una clase a la cual no asistimos. Así de esta manera podemos alcanzar nuestro objetivo con nuestros compañeros e impulsarnos en conjunto.

2 | Descansa

Si bien mencionamos que hay que entrenar y no faltar, también toma un respiro y no te sobre esfuerces, entrena lo debido pero de igual manera reposa lo suficiente.

3 | Come saludable e hidrátate correctamente

Esta bien no soy un médico ni un nutriólogo ya que es algo que ellos dirían, pero bien se que es muy difícil e incómodo entrenar con hambre o entrenar recién acabas de comer, uff esto sí es algo que me ha pasado, nada como comer ligero y después acabar en el gym o en el doyang dando lo mejor de ti. De igual manera podemos mencionar la hidratación, no hay que tomar tantos líquidos antes de entrenar ya que esto no nos dejará continuar con nuestra rutina, mejor dejémoslo para cuando terminemos de realizar nuestros ejercicios.

Ahora el segundo punto: en teoría deberías tener un instructor o profesor (o bien eres tú) para tu disciplina, muy bien aquí recae la segunda parte.

4 | Explota a tu maestro

Sí como suena, tienes que aprovechar al máximo los conocimientos de tu profesor él o ella se ha capacitado durante años para estar donde está, pregunta y no te quedes callado, cualquier duda consulta directamente a tu instructor de clase.

5 | Aporta ideas o sugiere

Si bien quieres saber algo nuevo en tu clase, acércate a tu instructor y comenta «la nueva patada que aprendiste» o «los nuevos ejercicios que descubriste» para que así el maestro con base a su metodología de enseñanza pueda aplicarlos en alguna clase y definir si nos ayudarán a mejorar.

A resumidas cuentas lo que necesita todo mundo para ser un campeón son buenos hábitos, constancia y actitud.

Vamos, intenta cambiar y ve como también cambia tu rendimiento para bien.


Proyecto Taekwondo V2.0 Posición larga

¿Podemos enseñar a dejar el alma en el doyang?

Me encanta seguir por mis redes sociales a varios atletas, marcas deportivas y páginas de motivación personal. Me gusta contar con una mentalidad positiva y también con alguna que otra técnica nueva que aplicar para patear, en defensa personal o simplemente otro ejercicio para entrenar en el gimnasio.

Llevaba varios días meditando como ha cambiado la mentalidad de la gente en varios ámbitos de mi día a día, pero no encontraba cómo describir el cambio. No fue sino hasta ver una imagen de una marca para jiu-jitsu brasileño que me impactó, la frase de la marca englobaba perfectamente lo que estaba pensando, que en español parafraseado sería algo así: No puedes enseñar a darlo todo o a dejar el corazón en el campo.

Entreno taekwondo desde que tengo 8 años y desde el primer día que llegué al doyang me enamoré, supe que acaba de encontrar una actividad que estaría presente en todas las facetas de mi vida. En cuanto fui avanzando en grado, también tuve que ir abandonando algunas actividades para poder dedicar más tiempo a mi entrenamiento, así dejé el voleibol, el básquetbol y, por último, el football.

No puedes enseñar a darlo todo o a dejar el corazón en el campo.

Mientras me cautivaba el reto físico de ir desarrollando tu cuerpo e ir logrando cada una de las nuevas técnicas, defensas, posiciones, patadas y formas; también lo hacía la filosofía que se me iba inculcando de este arte marcial.

Atribuyo mucho de esto a que tuve un profesor muy preparado tanto en esta disciplina como en el ámbito profesional. Mi profesor era en ese entonces de los pocos tercer dan en México y además se había especializado en defensa personal, de hecho, no solo practicaba taekwondo, también hapkido.

Me parece que su combinación de médico cirujano con sus múltiples cursos enfocados al deporte, así como su deseo por siempre estar a la vanguardia, complementado con su mentalidad de día a día inculcarnos el superarnos y llevarnos a cada uno de nosotros al mejor nivel, fue perfecta para que todos sus alumnos siempre buscáramos dar lo mejor de nosotros dentro y fuera de la escuela ante cualquier circunstancia.

Sin embargo, y a pesar de que deseaba seguir entrenando, mientras estudiaba la licenciatura me fue imposible seguir yendo a clase, así que tuve que suspenderlo por cinco años. Cuando al fin pude regresar a entrenar, dentro de mi misma escuela pero en una sede con más años y renombre a cargo de otro profesor de mayor grado, me fui dando cuenta que muchas cosas habían cambiado. En particular la técnica, la exigencia y el enfoque habían cambiado. No me gustaba externar mi pensamiento, porque por alguna razón, la gente lo asociaba a que se había dejado de entrenar con órdenes, sin mostrar emoción alguna y castigando a golpes los errores. Pero, yo no me refería a eso.

Llevo un tiempo dando algunas clases en la escuela en la que practico. Es difícil enseñar, lo he de reconocer, requiere de mucha paciencia y mucha atención, como cuando se hace una presentación, hay que saber leer a tu audiencia. Hace unos días hubo oportunidad de escuchar comentarios sobre las clases y me encantó escuchar tantas cosas positivas. Me considero una persona estricta pero racional, es decir, jamás pongo un ejercicio a menos que sea necesario para que mejores tu técnica y lo más importante, todas las clases yo también entreno, así marco la pauta de cómo debe realizarse y cuánto hay que exigirse.

Al final, creo que mucho del cambio en la actitud, la disciplina, la técnica y hasta la entrega que ponemos en los entrenamientos no se debe a los profesores, sino a nosotros como alumnos, a nuestra dedicación y los límites que nos planteamos.

Es por ello que me encantó la frase de la marca de jiujitsu, creo que todos los que entrenamos y queremos involucrar a más personas en nuestra disciplina, tenemos fe en que sea posible. Pero más allá de si lo es o no, buscamos impactar positivamente en cada uno de los estudiantes, buscamos un mundo de personas apasionadas, que busquen siempre dar lo mejor de ellos, que traten siempre de sobrepasar cualquier obstáculo y que a su vez tiendan la mano a los que lo rodean y contagien de esta misma mentalidad a los demás.

Es cierto, posiblemente, no podamos enseñar a dejarlo todo en el tatami, pero quizás podamos influir en ese cambio porque al final lo que somos es una combinación de características y circunstancias. Como apuntaba Ortega y Gassete: “yo soy yo y mis circunstancias”.


Cinco detalles para que tus poomsaes resalten

En ocasiones vemos una ejecución de formas correcta; con las posiciones, las defensas, los golpes y patadas con una buena técnica; sin titubeos en la realización y con mucho grito, pero sencillamente no termina de convencernos ¿por qué?

La forma de taekwondo al ser la representación de un combate, es un vínculo directo entre lo marcial con el arte, es decir, además de demandarnos técnicas eficientes de defensa personal (acorde a su practicidad marcial), también requiere que sean controladas y estéticas (la parte artística del movimiento).

Existen pequeños detalles que diferencian a una forma bien ejecutada de una muy buena forma, una que sobresale.

La labor de nosotros no es únicamente memorizar los movimientos uno tras otro, existen elementos que debemos agregar y que permiten que nuestra ejecución, además de mejorar notablemente, tenga un poco de nuestra esencia.

La forma es descrita por los profesores más avanzados de MoonMoo-Wonn MooDukKwan como «un combate a muerte» por que debe estar completamente impregnada con realismo y como tal, el practicante debe también reconocer qué clase de movimiento está ejecutando y adoptar una vista acorde a cada situación

Uno | Preparación y ejecución

Sí, una y mil veces, este es uno de los puntos en los que más énfasis se debe poner.

Preparar el siguiente movimiento (defensa o ataque) es un elemento que debe ser uniforme, es decir, todas las defensas , sin importar el grado de quien esté realizando la forma, tienen la misma preparación y deben cumplir con cada uno de sus elementos, lo cual además contribuye a que su ejecución también esté bien realizada.

Por ejemplo, si te precipitas a realizar una patada de lado sin antes haber doblado la rodilla y girado la planta del pie de la pierna de apoyo, seguramente no lograrás tener estabilidad que a su vez repercutirá en la altura y el impacto de la técnica.

La ejecución del movimiento por su parte también cumple una serie de requisitos, que además de realizar su función de defensa o ataque, tiene que cubrir requisitos estéticos, los cuales deben ser congruentes para cada mismo movimiento.

Si las estancias (posición corta, larga, de una paso, a caballo, etc) varían cada nuevo movimiento, los básicos aun requieren de más práctica para que se puedan incorporar correctamente en el poomsae.

La misma historia aplica para las patadas, defensas y golpes.

Dos | Ritmo

El tiempo entre cada nuevo movimiento en el poomsae es muy relevante y debe concordar con la función del mismo.

De este modo, puede haber transiciones lentas y movimientos más súbitos dentro de la forma que debes identificar y resaltar cuando la ejecutes, para ello, el punto anterior es de gran ayuda ya que te permite reflexionar en la secuencia de movimientos y a su vez en la cadencia o ritmo que debe llevar cada uno.

Cabe destacar dentro de este punto, que las formas son simétricas, por lo cual la cadencia de la realización para un lado debe coincidir con la que se ejecute para su lado opuesto.

Tres | Precisión e impacto

Aunque en realidad no hay ningún oponente enfrente, los movimientos deben asumir que se está pegando en determinado blanco exacto, además el movimiento debe tener la fuerza necesaria para su lograr su objetivo pero sin que se deforme la técnica.

Una buena técnica debe encontrar el equilibrio entre fuerza y rapidez (potencia) con el control y estética del movimiento.

La fuerza en un golpe o defensa no solo radica en el movimiento de la parte alta del cuerpo, también involucra la parte baja del cuerpo.

Las posiciones (larga, corta, de un paso a caballo, etc) están diseñas precisamente para contribuir a generar fuerza y base de sustento para controlar el movimiento.

De igual forma, las patadas necesitan tener impacto, altura y precisión. Una buena técnica de pateo no solo involucra altura.

Levantar la pierna sin incluir impacto, es anular la esencia del movimiento. Se trata de un impacto en el adversario, es decir, de un ataque mediante una extremidad del cuerpo.

La belleza de la patada en un arte marcial no radica en realizar el movimiento de forma suave, al extremo de perder su funcionalidad, sino en el uso de una técnica estética (arte) en un movimiento eficiente de defensa personal (marcialidad).

Lograr tener impacto no es sencillo, ya que se debe coordinar fuerza, velocidad y técnica al momento de ejecutar el movimiento.

Se puede decir que el impacto es el reflejo del perfeccionamiento del movimiento.

Entonces, para lograr el impacto hay que trabajar los tres aspectos. Pero se debe iniciar con un refinamiento básico de la técnica, ¿por qué?

Porque trabajar la velocidad o la fuerza del movimiento sin haber establecido la técnica correcta genera movimientos parásitos o lastres que impiden tanto que de verdad se logre un movimiento eficiente en cuanto a fuerza y velocidad, como que se logre una ejecución estética o «limpia», libre de movimientos extras o torpes.

Cuatro | Respiración y grito

El cómo inhalamos y exhalamos repercute en primera instancia en la parte estética de la forma y en el cómo nos percibe la audiencia.

Imagina ver correr a alguien moviéndose a punto del desvanecimiento tratando desesperadamente de tomar más aire, ¿no suena a que se haya preparado para presentarla, verdad?

Parte de entender los movimientos de la forma (cuál defensa o ataque es, cuál es el blanco a impactar, después o antes del bloqueo, misma cadencia que el movimiento anterior o se acelera, etc) es entender en dónde se debe tomar aire, dónde realizar pausas y cuanto aire debemos soltar durante o entre los siguientes movimientos.

Además de esto, el cómo respiramos también repercute en la fuerza, rapidez, equilibrio y hasta altura, en el caso de las patadas, de la técnica que estamos ejecutando.

Debemos saber acentuar los movimientos más importantes del poomsae y utilizar el grito tanto para esto como para aumentar el impacto, soltar el aire, tomar una pausa y tomar nuevo aire para avanzar a los siguiente movimientos.

Cinco | Vista y realismo

Quizá sea el vicio más persistente en una forma, porque no solo se trata de realizar el golpe o la patada mirando el blanco que estamos impactando, también tiene que ver con girar la vista hacia donde se va a avanzar mientras preparamos el siguiente movimiento y por tanto, antes de ejecutarlo, por ello, la vista también es un elemento clave de la preparación y consiguiente ejecución de las técnicas.

La forma de taekwondo al ser la representación de un combate, es un vínculo directo entre lo marcial con el arte, es decir, ésta además de demandarnos técnicas eficientes de defensa personal (acorde a su practicidad marcial), también requiere que sean controladas y estéticas (la parte artística del movimiento).

La forma es descrita por los profesores más avanzados de MoonMoo-Wonn MooDukKwan como «un combate a muerte» por que debe estar completamente impregnada con realismo.

Como tal, el practicante debe también reconocer qué clase de movimiento está ejecutando y adoptar una vista acorde a cada situación, ¿no es convincente una forma en la que el sujeto parece que se encuentra moviéndose de lado a lado con una sonrisa en el rostro, verdad?

Sin duda, la ejecución de cada practicante depende en parte de su interpretación de la forma, y no, no nos referimos a que cada uno entiende o adopta nuevas defensas o patadas en la forma, los movimientos son invariantes, y siguen un patrón estándar que no se modifica.

Nos referimos a que dentro de cada preparación, cadencia, respiración, grito y vista, cada interprete añade algo de su esencia, que al final le da esa identidad única de cada uno de nosotros.


Proyecto Taekwondo V2.0 squat antes de empezar el examen de cintas negras

¿Por qué calentar para taekwondo?

Hace un par de días leí una publicación de un maestro (que por cierto, es un divo en otro arte marcial) que decía «si vienes a 60 minutos de clase de karate, tendrás 60 minutos de eso, no esperes que llegue a darte calentamiento». La entrada me pareció un poco controversial, aunque no puedo terminar de juzgarla, porque desconozco si su clase abarca 90 minutos, de los cuales destina 30 minutos al calentamiento y el resto a karate, lo cual consideraría correcto. Mi punto es, no debes saltarte el calentar para taekwondo, pero ¿por qué?

Definición básica de calentamiento

Es cierto, el calentamiento es una fase previa al entrenamiento propiamente dicho, pero es una parte fundamental. Por definición el calentamiento es una fase de introducción gradual, en la que se incorporan tanto ejercicios generales como específicos. Esta combinación de enfoques en los ejercicios nos permite prepararnos para el entrenamiento, con el objetivo de maximizar nuestro desempeño así como minimizar el riesgo de lesiones.

En general, distintos trabajos al respecto indican que el calentamiento permite preparar al organismo a nivel físico, fisiológico y psicológico. En su libro, el especialista en entrenamiento deportivo David Marchante, menciona que se han hecho estudios que concluyen que el calentamiento es capaz de aumentar el rendimiento deportivo entre uno y siete por ciento. 

Calentando antes de entrar a examen

En este sentido, el mensaje es muy claro «si no tienes tiempo para calentar, tampoco tienes tiempo para entrenar»

La intensidad y duración de los ejercicios tienen repercusión directa tanto en el grado de calentamiento así como en la duración de su efecto. Por ello, los ejercicios incorporados deben ajustarse a la actividad física que va a realizarse. Del mismo modo, también debe considerarse las circunstancias bajo las cuales se va a practicar el deporte.

Sus objetivos atienden tres niveles: el funcional, el motor y el emocional.

Objetivo a nivel funcional

Lo que busca es acelerar la adaptación del practicante en tres aspectos: respiratorio, circulatorio y metabólico. Para esto, nuestro organismo aumenta su temperatura a nivel corporal y muscular, además de aumentar nuestra captación máxima de oxígeno.

Objetivo a nivel motor

Aumenta la capacidad de carga de las articulaciones, lo que permite que aumente su resistencia durante el periodo de entrenamiento. Esto a su vez disminuye las probabilidades de lesiones. También aumenta el rango de movimiento de los músculos y las articulaciones para, de este modo, optimizar su desempeño en los distintos movimientos.

Finalmente, mejora la velocidad de transmisión del impulso nervioso, ¿por qué es importante? el movimiento se basa en instrucciones que van desde nuestro cerebro hasta nuestras extremidades. Aumentar la velocidad a la que viajan estas señales es determinante para ejercicios que requieren contracciones rápidas de las fibras musculares, como lo es el taekwondo. Al respecto, comparto un video de TED en el que explican el proceso.

Objetivo a nivel emocional

Por último, a este nivel, el calentamiento permite una disposición positiva y activación óptima del sistema nervioso. Esto se traduce en una mayor concentración y mejor actitud/condición del practicante en el entrenamiento.


1/ El video «After watching this your brain will not be the same» es propiedad de TEDx, todos los derechos reservados al propietario. 

2/  Marchante Domingo, David, (2015), Entrenamiento eficiente, explora tus límites, España, Editorial Luhu Alcoi S.L.

3/ SICCED, (1997), Teoría del entrenamiento, nivel 1, Ciudad de México, México, CONADE.


Mentalidades para entrenar

Llevo un rato analizando lo importante que es la mente en el entrenamiento. Me resulta curioso como pasamos por alto este aspecto cuando entrenamos.

No es que lo sepa todo, para nada. más bien he estado leyendo al respecto y palabras más, palabras menos, la mayoría de los autores consideran importante asistir a clase con una mentalidad que cumpla dos objetivos:

  1. Buscar siempre aprender
  2. Buscar siempre mejorar

El primero, está directamente relacionado con el ego. Entiende que cualquier comentario que te haga el profesor o compañero de clase con respecto a tu técnica o ejercicio puedes utilizarlo como punto de partida para mejorar o aprender algo nuevo, incluso viniendo de tus compañeros menos avanzados. Es cuestión de enfoque. Sin embargo, si no eres capaz de recibir comentarios, entonces tampoco puedes tener una mentalidad propicia para mejorar. Además de una mente abierta, también debes buscar dar tu máximo esfuerzo durante todo el ejercicio y tratar a toda costa de ir refinando cada una de tus técnicas.

El segundo aspecto está más relacionado con buscar siempre vencer y puede tener dos connotaciones. La más fácil es, por ejemplo, en competencia; tu mentalidad debe siempre estar enfocada en que tu desempeño sea mejor al de tu adversario, y no darnos por vencidos a sabiendas de que el contrincantes es mucho mejor técnicamente que nosotros o que venimos agotados o lastimados al evento. De manera análoga, cada entrenamiento es también una lucha contra nosotros mismos, contra las adversidades que pueden ser de destreza, o de condiciones físicas o de avance en conocimiento de técnicas. Lo importante es hacer frente a cualquiera de estos escenarios, mediante una mentalidad firme e incansable. Es cierto que jamás seremos perfecto, sin embargo, siempre habrá aspectos perfectibles, busca trabajar en ellos.

En un video biográfica sobre Tom Braddy, su entrenador mencionaba «Tom es uno de esos atletas que no entrenan para mejorar un 5%, él entrena para mejorar un 1%» Esto habla justamente de eso,  del compromiso para mejorar cualquiera que esto implique y sin importar si es cambio es substancial o no, simplemente es para eso, para mejorar.

El progreso no se da de la noche a la mañana, y no solo involucra nuestro entrenamiento físico, mientras no involucremos el desarrollo de nuestra mentalidad en la práctica, no podremos aspirar a superar nuestros límites actuales.


5 recomendaciones para aprovechar al máximo tu clase

Sin duda todos creemos que ensayar tanto como sea posible es la mejor forma para avanzar más rápido en cualquier disciplina, no es la excepción el taekwondo. Pero si este fuera el único camino, seguramente estaríamos en serios problemas, ya que en realidad el tiempo que podemos disponer para entrenar no depende enteramente de nosotros, la vida diaria tiene otros frentes que se deben atender (trabajo, escuela, familia, amigos, etc.).

Es cierto, “la práctica hace al maestro”, pero la calidad del entrenamiento es la que al final impactará en los resultados. Puedes aumentar la calidad de tus entrenamientos considerando los siguientes diez puntos:

1)          No te saltes el calentamiento

El error número uno por excelencia es saltarse el calentamiento, ya que se cree que de este modo se “maximiza el tiempo efectivo de la clase”. Sin embargo, exigirle a nuestro cuerpo que esté al cien por ciento cuando no se le ha preparado no solo va a jugar en nuestra contra para mejorar nuestra condición, velocidad, fuerza, potencia, elasticidad o hasta ir refinando nuestras técnicas, sino que corremos un alto riesgo de lastimarnos durante el entrenamiento o ir acumulando desgaste físico hasta que más adelante se traducirá en una lesión.

El calentamiento tiene como objetivo fundamental preparar a tu organismo, tanto a nivel funcional como psicológico, para realizar una carga de trabajo intensa y que este responda con su mejor desempeño posible. Por lo que saltarte el calentamiento es más bien una buena forma de desperdiciar tu clase. En cambio, puedes optimizar tu clase realizando un muy buen calentamiento, pues de esta forma todos los ejercicios que realices podrás realizarlos con tu mejor nivel.

Puedes  llegar unos quince minutos antes del inicio de la clase y empezar a calentar por tu cuenta. Recuerda debes empezar con ejercicios generales que se enfocan en las extremidades más grandes y con una intensidad baja, para gradualmente ir aumentando la intensidad y pasar a movimientos más específicos. Si no te es posible llegar antes o incluso llegas un poco rezagado por el trabajo o la escuela, no importa. Incorpórate al calentamiento de la clase y aprovecha cada tiempo de descanso entre ejercicios para seguir estirando por tu cuenta. Mantente activo en los descansos

2)          Entrena siempre dando tu máximo esfuerzo

La mejor forma de hacer valer tu entrenamiento es darlo todo. Es sencillo, si cuando sales de clase piensas que pudiste haber realizado más series de un ejercicio, moverte más rápido, patear más fuerte o incluso más alto, entonces no lo hiciste a tu máximo esfuerzo. El progreso tanto en tu capacidad física como en tus habilidades técnicas y tácticas requiere que te exijas tu nivel máximo siempre. No puedes esperar un excelente desempeño en una competencia o examen si no entrenas para ello. Debes fomentar una mentalidad de búsqueda de perfección, de este modo cada clase irás mejorando paso a paso y no te sentirás presionado días antes de tu evento por tratar de remediar todas tus fallas técnicas o de condición física. Mantenerte en este nivel de exigencia también desarrolla tus habilidades psicológicas, ya que mejorará tu manejo de emociones, control de atención y confianza en ti mismo.

3)          Mantén una mente abierta

Llega a clase siempre con la intención de aprender e intentar, sin importar si te equivocas, si te están viendo, si te regañan, etc. Sencillamente olvídate de todo lo exterior y enfócate en vivir tu entrenamiento y para tu entrenamiento. Mantente atento y no solo nos referimos a poner atención a la explicación que de tu maestro. Se puede aprender también de escuchar la retroalimentación que te de tu compañero de trabajo, de ver cómo los demás ejecutan el mismo movimiento que tú y también de preguntar a los demás cómo lo hacen. Observa y contágiate de tu compañero que patea muy rápido, del que tiene las patadas más altas o el que tiene en mejor impacto.

4)         Toma notas y plantéate objetivos para cada clase

Cuántas veces no te ha pasado que olvidas los detalles que te explicaron de alguna posición, defensa, patada o forma y te vuelve a caer “el veinte” cuando tu profesor te los repite en otra clase. Claramente, tu profesor no espera que a la siguiente clase ya todos y cada uno de sus comentarios los incorpores en tus ejecuciones, pues sabe que el aprendizaje requiere de un tiempo que va desde el notar y entender lo que desea que aprendas hasta realmente incorporarlos en tu hacer y para ello debes pasar por la práctica. Por lo tanto, una buena práctica es mantener un seguimiento de las explicaciones, detalles y comentarios que obtuviste durante la clase, anotarlo y revisarlos antes de tu siguiente clase para hacer hincapié en llevarlos a la práctica en tu nueva clase y estar al pendiente de no descuidarlos. Puedes desde anotarlos en un cuadernillo o grabarlos en video, tú decides, la recomendación es llevar un orden para que puedas consultarlos fácilmente, Podrías hacer el registro por orden cronológico o incluso por concepto: posiciones básicas, defensas, ataques, patadas, formas, técnicas de defensa personal, combate, etc.

5)          Diviértete

Al final del día, practicas porque te gusta, entonces, no tiene caso que entrenes sin que disfrutes tu clase. Busca siempre dejar de lado todos los pensamientos de miedo o nervios, valora todo el avance que has ido acumulando y se positivo con respecto a lo que puedes llegar a alcanzar.


¿Qué pasa cuando dejas de entrenar?

Si eres como yo de los que dejan de entrenar uno o dos días y piensas que ya subiste 10 kilos, este artículo es para ti.

Existen ocasiones que te limitan a entrenar poco tiempo o incluso pocos días a la semana, la mayor parte de esas veces se debe a que:

  • Eres un estudiante y tienes mucha tarea, proyectos o entregas
  • Ya tienes un trabajo estable hay veces que te consume más de lo que quisieras
  • Enfermas o enferma alguien cercano a ti
  • El clima no te permite llegar a tu destino de entrenamiento

*Este ultimo suena a excusa pero sí me ha sucedido.

Un tiempo de descanso de 2 a 3 días no te afecta, al contrario te ayuda a recuperar esas energías que pierdes en los entrenamientos, todos hemos pasado por un periodo similar.

Un periodo de una semana, a pesar de sonar tan drástico es esa semana que podría ser obligatoria de descanso para reponer los tejidos, recuperar tu sistema hormonal y cardiovascular.

Un periodo de dos semanas, aquí si ya hay cambios notorios en la eficacia cardiovascular o conocida como condición física, o la firmeza de los músculos, pero tranquilos no es algo grave ya que estas pérdidas las puedes recuperar en tu siguiente semana de entrenamiento.

Un periodo de un mes, cuidado con este periodo ya que a partir de la segunda semana existen perdidas imagina las siguientes semanas, el metabolismo se ralentiza y por cada semana la grasa se acumula lo ideal es regresar a tus entrenamientos lo más pronto posible

Un periodo superior a un mes, suma los cambios desde la primera semana, perdida de musculatura y de masa, acumulando grasa y perdiendo condición física.

Sin embargo está comprobado que las personas realmente activas pueden recuperar después de un parón de entrenamiento y por eso se dice que los músculos tienen memoria.

Como recomendación final puedes tener descansos no mayores a un mes siempre y cuando retomes tu entrenamiento y mantengas una alimentación balanceada.