Debido al boom del taekwondo de competencia, la práctica de los pasos de combate (Ilbo y sambo matsogui) ha ido quedando de lado y con ello sus beneficios.

¿Qué se busca mejorar con su práctica? 

En estricto sentido defensa personal. Es decir, que el practicante sea capaz de responder ante una agresión física utilizando sus conocimientos de taekwondo.

La ejecución de las defensas y contra-ataques debe ser eficiente, oportuna y precisa. El objetivo es ir mejorando cada técnica de taekwondo e incorporando nuevas, sin descuidar las «dominadas».

Por ejemplo, se espera que un cinta amarilla tenga como básicos la posición larga y posición a caballo (ap kubi y jumchum-seogi) con las primeras defensas con mano cerrada (are maki, olgul maki, yop maki y an maki) y las patadas de frente y circular, por lo que se espera que sean estas las posiciones, defensas y patadas que ejecute en sus pasos de combate.

A diferencia de un cinta verde, quien ya debe dominar tanto estos básicos como los de su grado, es decir, deberá incluir las correspondientes hasta un cinta naranja, así como las defensas con mano abierta (sonal), la posición de tuit-sogui (posición corta), al igual que las patadas con giro (circular y recta).

Lo que a través de los años de práctica hemos aprendido es que el mejor punto de partida para conocer cuáles son los básicos y patadas que corresponden a tu grado son sin duda las poomsaes, todos los básicos y patadas que necesitas dominar para obtener tu siguiente cinta están delimitados en estas. Así, puedes empezar a echar manos a la obra desmenuzando los movimientos de tus formas y tratar de enfatizar en mejorarlos cada nuevo entrenamiento e incorporarlos en tus pasos de combate.