• Las lesiones son parte del camino… y sí vienen con mucho aprendizaje.

No por ello quiere decir que no se sientan como balde de agua fría.

Tiene rato que pasa por mi mente compartir algunos consejos que me han ayudado para recuperarme de distintas lesiones que he tenido. Todo desde el punto de vista de alguien que ama entrenar todos los días y ha tenido que lidiar ya varias veces con lesiones:

 

  • Artroscopía de rodilla derecha por ruptura de menisco y distención de ligamentos cruzados y laterales.
  • Artroscopía de rodilla izquierda por esguince de ligamento colateral medial.
  • Esguince de ambos tobillos (varias veces)
  • Desagarre de bicep
  • Desagarre de isquiotibiales
  • Disclocación de cadera

Todas y cada una de ellas me ayudaron a crecer como taekwondoin y como ser humano…

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1.- Ver el vaso medio lleno

Hace un tiempo alguien me preguntaba por ejercicios para pierna que pudiera hacer ya que tenía una lesión en un tobillo y le habían mandado descansarlo.

 

Recordé cuando me mandaron a casa después de cirugía con un inmovilizador que parecía entrenador de canes… cada que hacía algún movimiento con la pierna que se suponía no debía doblar me daba un dolor tremendo… creo que adrede para recordarme a cada instante el no mover la pierna durante tres semanas.

 

En ese momento justo estaba tomando un Curso en biomecánica… y decidí dejar de ir contra corriente, aceptar la situación y mejor enfocarme en aquello que sí podía hacer… por lo que comencé a hacer muchos ejercicios de tren superior variando los ángulos, estímulos, tiempos, con mancuernas, con liga, etc.

 

Es decir, hay que aprender a enfocarnos en aquello que sí podemos hacer y que al final nos volverá más fuertes en todos los sentidos.

 

Por otro lado, una vez que estés de vuelta a la acción, espero que esta experiencia te sirva para agradecer y valorar tu salud, también tu resiliencia y te motive para entrenar disfrutando cada ejercicio que puedes hacer, con todo y sus limitantes, así como a darle más importancia a hacer músculo que te ayude a prevenir futuras lesiones.

2.-Busca a los expertos

Sin duda, hay que ir lo antes posible con los expertos: ortopedista,si se puede que sea especializado en lo que te lastimaste: rodilla, hombro, manos, etc., y fisioteapeuta, que también esté enfocado en deportistas y si se puede en tu arte marcial.

 

Pregúntales todas tus dudas, ninguna pregunta es tonta… pregunta el porqué de tu lesión, el diagnóstico, tus opciones, el tiempo de recuperación… todo lo que se te ocurra al respecto y siempre pide una segunda opinión, esto yo lo aprendí a la mala. Así que mi mejor consejo en este punto es ir con más de un médico y preguntar todo sobre tu lesión.

 

Créeme, nadie se sentirá ofendido y tú estarás más seguro.

También investiga un poco por tu cuenta sobre el diagnóstico que ya te dieron. Ahora con tanta información disponible en internet (revisa bien las fuentes) es realmente más fácil. Pero lo que aconsejo que revises son los tiempos que requerirás para ir sanando, los cuidados, sensaciones, cuándo podrías comenzar apoyar, a fortalecer, cuáles ejercicios primero, algún tipo de masaje, terapia… etc.

 

Mientras más consiente seas de tu lesión y cómo vas mejorando, podrás evitar cometer errores y hacer también lo necesario para procurar tu mejora.

 

 

 

3.-Red de apoyo positiva

Aunque también podría estar en el punto anterior, quisiera darle mayor énfasis a este punto.

 

Hay una frase que me gusta mucho de Omar Villalobos, quien es estratega emocional. conferencista internacional y escritor:

 

El diagnóstico cura o enferma

Y es muy cierto. La primera lesión de rodilla que tuve, el doctor antes de operarme (aunque fue cirugía de urgencia) me explicó que en un mes yo ya estaría entrenando de nuevo.

 

Al término del mes, aún no lograba caminar, aunque desde el día uno había estado haciendo rehabilitación con movilizador pasivo (tecnología 2015) y ya había completado el paquete estándar de sesiones de rehabilitación. El doctor en consulta, al mes de la cirugía, me animaba diciendo que mi rodilla ya estaba sana, que intentara caminar… pero aún no soltaba las muletas.

 

En realidad estaba sola en casa. Al único que veía dos veces por semana, era al terapeuta que solo me daba mi sesión y no comentaba nada. En las últimas sesiones comencé a externarle mi angustia por no ver mejoras y al pregunarle directamente el porqué no progresaba me comentó: “muchos de sus pacientes con tu tipo de lesión se acostumbraban a no caminar tan bien como antes”.

 

Ese día me quedé pensando mucho al respecto, ya que mi médico y mis padres que también son doctores, me decían que iba a salir adelante pronto, mientras que mi terapeuta o no decía nada o se aventaba un comentario respecto a sus pacientes que no caminaban bien. De hecho cuando le pregunté si podía hacer ejercicios extra por mi cuenta, me respondió que no era necesario.

Estaba ya sembrada en mí la duda con respecto a si estaba en las manos correctas y si era seguro seguir dejando en esas manos la dirección de mi rehabilitación.

 

Ese día vi una película que cambió por completo la forma en la que veía mi situación y me dió el último empujón para decidir hacer varios cambios y volverme protagonista en mi recuperación… de todas formas como estaba parecía que no iba a haber mejora pronto…

El primero de mis cambios fue buscar un nuevo fisioterapeuta, uno enfocado en deportistas con el que fui a hablar sobre mi caso y desde el día uno hicimos click. Comenzó a darme más ejercicios hasta para llevar a casa y me mandaba distintos reportes de casos parecidos a los mios para que me documentara y también anirmarme. Me contó que en esa etapa en la que estaba era determinante los estímulos que ejercicera para recuperarme por completo.

 

El segundo cambio importante que realicé fue adquirir una bici estacionaria y comenzar a hacer ejecicios por mi cuenta… siempre consultando al doctor, al fisio, a mis padres doctores y de lo que encontraba en recursos de fisioterapia. Después de tres semanas más ya estaba caminando nuevamente y me mandaron al gimnasio a fortalecer aun más antes de regresar a taekwondo.

 

El tercer cambio fue dejar de quejarme por mi mala suerte (atención en el pasado), mi desesperación por querer ya regresar a mi día a día “normal” (atención en el futuro) y centrarme en el presente, en lo que podía yo hacer para mejorar mi vida en el momento que estaba viviendo. Por otro lado, también a agradecer las mejoras diarias que iba viendo… en lugar de compararme con mi “yo sano”.

 

No digo que fuera fácil, pero esos dos meses aproveché para leer, ver varias series y películas que me motivaran… al mismo tiempo que estaba pedaleando o haciendo varias series de los distintos ejercicios para pierna que me tocaban.

A lo que voy es que el impacto de las palabras que recibimos puede ser determinante para salir o no del bache. Lo peor que podemos hacer es comprarnos los comentarios negativos

 

Es más común hoy en día que estemos tomando terapia psicológica. En esos momentos por supuesto que es más que bienvenido esa red de apoyo para superar la lesión física pero también emocional. Es momento para aprender y llevarnos buenas lecciones al respecto. No tienes porqué pasar por esto solo.

 

 

4.-Fortalecimiento y Nutrición

El consejo que me dio mi doctor despues de la primera cirugía de rodilla fue fortalecer y cuidar siempre mi peso… es el seguro vs lesiones.

 

Antes de la lesión alguna vez estuve en gimansio pero solo seguía la rutina general que me mandaba el entrenador y ya en la universidad fue muy intermitentente mi asistencia, para dejarlo después.

 

Después de la lesión regresé al gimnasio, un tanto obligada. Al principio seguía la rutina que me daba el entrenador del GYM. Pero poco a poco comencé a investigar por mi cuenta y aunque sí hice mucho progreso por mi cuenta, lo mejor que pude hacer fue, nuevamente, asesorarme de expertos en practicantes de artes marciales.

 

Mi consejo al respecto es hacerte de un plan de entrenamiento personalizado, gracias al avance de la ciencia ya hay mucho entrenador muy bueno y también ya hay varias apps y programas desarollados como los de Daru Strong o Bulletproof for BJJ (no me patrocinan, yo las he probado y ambas son muy buenas).

 

Nuestro cuerpo necesita tener los nutrientes necesarios para realizar bien sus funciones y más si le vamos a exigir en los entrenamientos. A veces la lesión sucede con todo y que hagamos fortalecimiento… si solo le exigimos al cuerpo pero no le ayudamos a que se repare y se mantenga sano… no hace mucho sentido cómo esperamos que no suceda nada.

No hay más, lo mejor es consultar al nutriologo y de preferencia uno especializado en artes marciales. Inclusive sin que seas competidor… creo que a veces no entendemos que mucho de nuestro rendimiento físico y cognitivo tiene que ver con nuestra alimentación, además de nuestro hábitos diarios y nuestra salud emocional…

 

Mientras mejor estés física y mentalmente… más fácil será que no te lesiones e incluso que la gravedad de la lesión y la recuperación sean más rápidas o con mejores resultados.

5.- Se responsable antes de cada entrenamiento

Aquí me refiero a que cada entrenamiento revisemos cinco aspectos fundamentales:

  1. Calentar y enfriar es tu responsabilidad. Hay muchos lugares o situaciones en las que no se le da mucha importancia o incluso no dan calentamiento al inicio y menos enfriamiento al final, por lo que siempre que llegues a clase procura calentar por tu cuenta… recuerda que el calentamiento te prepara para la acción (física y mentalmente) así que ahórrate lesiones y asegúrate de estar listo antes de clase, sobre todo las zonas que sabes que te requieren más.

     

    Del mismo modo estira al finalizar para que no termines envarado, para que el resto de sustancias que se segregaron en tu entrenamiento fluyan y que la recuperación de tu cuerpo no encuentre más obstáculos de los nomales.

  2. Revísate antes de clase. Si ya sientes que estás a nada del “tirón”, tienes varias opciones:

    1. No entrar a clase y mejor ir con el doctor/fisio/nutriologo.

    2. Entrar a clase y calentar con debida observación a esta zona, bajarle a la intensidad del entrenamiento para no llevarlo a la lesión…

       

      Como adulto uno debe elegir… pero no postergues ir a ver al especialista a tiempo.

       

      Por otro lado si vienes cansado o un poco distraido, revísate antes de entrar y trata de centrarte o al menos bajarle a la exigencia que te pidas… habrá ya otros días en los que puedas ahora sí ya dar el cien.

       

  3. Se sincero contigo y tu maestro. El día que te sientes cansado e incluso tienes duda si entrar o no, pregúntale a tu maestro… si la comunicación es buena y tu maestro puede ayudarte a sacarle provecho y darte opciones para la clase, lo hará. También si se da cuenta que estás a nada de la lesión y que debes ir al especialista, también te lo dirá.

     

    De igual forma, si vienes un tanto cansado o con algún pendiente que te roba un poco la atención, avísale. En mi caso cuando mis alumnos profesionistas vienen muy cansados, les pregunto para confirmar y ese día trato exigirles acorde a… después de todo, están haciendo el esfuerzo por venir… mejor me enfoco en que se lleven el concepto más allá de que no lograron el 100% técnico y de hecho si esa clase puedo ayudarlo con algo de meditaciónmovilidad y Ki gong… así lo hacemos.

     

    Al final, el Taekwondo Tradicional tiene muchos aspectos en los que podemos trabajar que simpre habrá opciones.

  4. Lricas de compresión, rodillera, protectores. La ropa de compresión tiene muchos beneficios para ayudarte mejorar tu rendimiento e incluso para evitar desgarres, sobre todo quienes ya tenemos varios en las piernas… deberíamos prestarle mayor atención a este punto.

    Tambien pongo aquí que si requieres algun aditamento (tobillera, piernera, crema) ya sea porque estás lesionado y el doctor de lo indicó o simplemente hoy sientes que necesitas mayor soporte… entra a clase ya con el puesto… y el día que no lo traigas y lo requieras, mejor no entres o haz los ejercicios con menos exigencia, conciente de tu situación…

  5. Seguro de gastos médicos mayores o seguro de accidentes. Siempre vale la pena tener cubierto este aspecto, además los seguros son deducibles de impuestos. Acércate con tu maestro para conocer opciones, los seguros de accidentes son bastante económicos y tienen excelente cobertura. Muchos de ellos incluyen tus estudios (laboratorio, resonancia, laboratorio, etc), cirugía, rehabilitación, consultas y medicamentos…

Recuerda que todo evento en nuestra vida podemos interpretarlo para nuestro crecimiento, así que a aprender, crecer y seguir adelante.